Vía verde de Oviedo a Fuso de la Reina: De cinturón de hierro a cinturón verde.

La vía verde de Oviedo a Fuso de la Reina, recorre, en sentido Sur, el antiguo trazado de la línea de Oviedo a San Esteban de Pravia del ferrocarril Vasco Asturiano, de cuya construcción se ocupan el ingeniero e industrial Valentín Gorbeña y Ayarragaray y el también ingeniero Francisco Durán Walkinshaw, este último, autor del proyecto de la estación de la calle Jovellanos, en Oviedo. El trazado completo destaca por no tener ni una sóla rampa y por un viaducto de 80 metros de luz, sobre el río Nalón, conocido como el Puente de Premaña.
La compañía de ferrocarriles Vasco Asturiana fue fundada en 1901 por dos industriales y un inversor, el vasco Víctor Chávarri Salazar, el asturiano José Tartiere Lenègre y el indiano Hermógenes González Olivares, con el fin de atender a las necesidades de transporte de carbón, desde la cuenca minera del río Caudal al puerto de San Esteban de Pravia, con destino a la siderurgia vizcaína.
El tramo que nos ocupa, de Oviedo a Fuso de la Reina, quedaba oficialmente inaugurado el 2 de agosto de 1904. La estación de la calle Jovellanos, se convertía en uno de los mejores ejemplos de arquitectura modernista en Asturias, gracias al proyecto del ingeniero Francisco Durán Walkinshaw, que hacía una aproximación al estilo Art Noveau, combinando la belleza de la arquitectura con la funcionalidad de la ingeniería. Salvando en ello las propias dificultades impuestas por el solar, para el embarque de los viajeros, y la maniobra de las locomotoras.
Quedaba definida así también la trama ferroviaria que habría de constreñir el crecimiento urbano de Oviedo durante todo el siglo XX.
En el año 1990, tanto la administración autonómica como la municipal, le plantean a FEVE la liberación del llamado "cinturón de hierro"  con el desarrollo de un ambicioso plan de transporte de cercanías para la ciudad.
Tras la integración, en 1972, de la compañía Vasco Asturiano en la empresa nacional FEVE, la nueva sociedad pasa a contar, en la ciudad de Oviedo, con dos estaciones, la de Jovellanos y la de Económicos, la primera con una superficie total de 19.750 metros cuadrados y la segunda con 53.650 metros cuadrados, más los  20.866 metros cuadrados de los talleres de Santo Domingo.
Todas estas instalaciones, con sus correspondientes tinglados, depósitos, almacenes, playas de vías, puentes elevados se convirtieron en un elemento más del paisaje interior de la ciudad, restando espacio al crecimiento ordenado de la trama urbana y convirtiendo los solares colindantes en marginales. Mientras las estaciones, con la pérdida progresiva y continuada de pasaje iban recibiendo menos cuidados y mantenimiento.

FEVE elabora un proyecto, presupuestado en tres mil quinientos millones de pesetas, para un trazado alternativo de entrada del ferrocarril en la ciudad, conocido como el proyecto de "cinturón verde" que supone suprimir la estación de Jovellanos, concentrar todos los servicios en la estación de Económicos, pasando a ser una estación de vías vivas, con la proyección de un túnel, de 1880 metros de longitud, construido en su mayoría en "mina" que tendría su boca Sur en los Prados de Pereda y tras cruzar por debajo las vías de Renfe, atravesaría bajo las calles Ángel Múniz Toca, Hermanos Pidal, Independencia y Nicolás Soria, saldría a la playa de vías de la estación de Económicos. En cuanto a los talleres de Santo Domingo serían trasladados al polígono del Espíritu Santo. Quedando así liberada la traza Sur del ferrocarril hasta la Manjoya.
Este primer proyecto es abandonado y se opta por el desmantelamiento de la línea hasta Fuso de la Reina, la conversión de la línea de RENFE de Trubia a Oviedo en línea de Feve, el desmantelamiento de todas las instalaciones de FEVE en Oviedo y la integración de sus servicios en la estación del Norte, compartiendo playa de vías con Renfe. Quedaba así liberada la traza del ferrocarril por completo hasta Fuso de la Reina.
Pero también con el derribo de las estaciones de Feve, la ciudad perdía un capítulo más de su historia y de su patrimonio arquitectónico, salvando únicamente de la piqueta los hermosos murales cerámicos publicitarios de la estación del "Vasco" hoy presentes en los vestíbulos de la estación del Norte.

Iniciamos el recorrido de la vía verde de Oviedo a Fuso de la Reina, en lo que en su tiempo se conocía como los prados Delmiro y que hoy en día es el Parque de Invierno. Bajo un buen firme de alquitrán recorremos los primeros metros de senda encajados entre los pilares de los viaductos de acceso a la ciudad desde la autopista y el cauce del río Gafo. Recorrido un kilómetro de senda alcanzamos la estación de la Manjoya, hoy dedicada a aula de la naturaleza del Fapas.

Río Gafo, es el topónimo, que nos recuera precisamente los malos olores del citado afluente del Nora y que durante años arrastro con sus aguas, lo sucio y lo turbio de la ciudad y de la fábrica de La Manjoya. 
La  estación de la Manjoya, era la primera instalación singular de la línea, considerada de cuarta clase, fue construida para facilitar el cruce de trenes a la altura de la  fábrica que la Unión Española de Explosivos tenía en la localidad, que sin embargo, dada la peligrosidad de su producción no empleaba el ferrocarril como medio de transporte, de ahí, la significativa ausencia de muelles de carga en la estación.
La fábrica de Explosivos de la Manjoya, fue fundada en 1865 por el ingeniero belga Dionisio Thiry Delmall, conocida inicialmente como Sociedad Dionisio Thiry y Compañía, la ubicación del recinto fabril, en la zona de Llamaoscura, respondía a la presencia cercana de las cuencas mineras y de la necesidad que tenían estas de pólvora, pero también para cubrir la necesidad que de barrenos tenían en la construcción de los túneles de la línea del Pajares.
La sociedad quedará en 1896 integrada en la Unión Española de Explosivos. A partir de entonces entre su accionariado se encontrará representada la burguesía asturiana, con la presencia de industriales como Policarpo Herrero o Pedro Masaveu. También, por entonces, las instalaciones se ven aumentadas hasta terrenos del Caleyo, estableciéndose así el primer complejo químico de dinamita y mechas del concejo de Oviedo. Es entonces cuando desde la playa de vías de la estación, de la compañía de ferrocarriles Norte, en el Caleyo, se extiende un ramal, para la recepción de materias primas como carbón, piritas y nitratos.
Se diversifica así su producción, fabricando diferentes derivados como la nitroglicerina, el fulminato, trilita, abonos químicos.

Atravesamos por encima la autopista de la Ruta de la Vía la Plata, la A66, a través de una pasarela de madera que se asienta sobre el antiguo puente de hierro del ferrocarril Vasco Asturiano. Un pequeño túnel nos comunica con el Caleyo, la ruta recorre una zona de campos y por encima de la misma discurren las grandes tuberías de abastecimiento de agua de Oviedo, que unen la central potabilizadora de Cabornio, en las cercanías del embalse de los Alfilorios, con los depósitos de El Cristo. 

Tras cruzarnos, a igual nivel, con la carretera de Latores, atravesamos la zona de canteras de la Belonga, siguiendo el curso bajo del río Gafo. Sobre nuestras cabezas, en las proximidades, se elevaba frente al canto la Sienra, el antiguo asentamiento prerromano del "Castiellu de Cellagú", más conocido por Llagú - mencionado ya por el profesor  Don José Manuel González  y Fernández Valles en 1966- y hoy tristemente desaparecido por la ampliación del frente de cantera.
Fotografía extraída de El Castiellu de Llagú: un castro astur en los orígenes de Oviedo, publicado por el RIDEA
El Castiellu de Cellagú hay que situarlo en el territorio fronterizo ocupado por el pueblo prerromano de los Luggones. Era un castro que contaba con un complejo sistema defensivo, con tres líneas de murallas aterrazadas, una zona de antecastro y dominando todo el complejo defensivo una torre o bastión de planta circular. En el interior del castro se descubrieron dispersas, varias cabañas de planta redonda u ovalada, con el suelo de tierra apisonada y sobre una hilada de mampuesto se levantarían paredes de urdimbre vegetal mezcladas con barro, cubiertas con una techumbre también vegetal de tipo cónico. El castro contaría con distintas épocas de ocupación, que llegarían incluso hasta época romana, en tiempos de las dinastías flavia y antonina.
La presencia, en la plataforma superior del castro, de una cabecera de forma absidiada y delimitada en el espacio, podría responder, a juicio de los expertos a una cámara de combustión, para una muy posible sauna, por las similitudes que guarda con la encontrada en el Chao San Martín, en Grandas de Salime.
Fotografía extraída de El Castiellu de Llagú: un castro astur en los orígenes de Oviedo, publicado por el RIDEA
Atravesamos los primeros dos túneles, cruzando por ello el río Gafo, para adentrarnos en una zona boscosa, de castaños y avellanos. Nos queda ya el último tramo de un kilómetro hasta llegar a la boca del último túnel, es el más largo del recorrido y una vez atravesado nos permite contemplar  la imponente Peña Avís y también el edificio de la estación de Fuso de la Reina, hoy cerrada al  público. Bajo nuestros pies, la estructura del puente de Premaña o de Fuso de la Reina y por tanto el final de nuestra ruta.

Puente de Fuso de la Reina o más conocido como Puente de Premaña fue diseño del ingeniero e industrial Valentín Gorbeña Ayarragaray.